Tiques, posavasos, sillas de plástico: todo puede salir volando con un golpe de viento. Y a veces, ¡incluso las sombrillas!

Una circunstancia engorrosa, porque hay que ir detrás de ellas. Y porque, además, se pueden romper. O lo que es peor: en ocasiones llegan a causar lesiones a transeúntes o rayar coches. Un accidente con una sombrilla que se vuela puede ser desagradable, causar pérdida de tiempo y generar una mala publicidad para su negocio.

Consejo de sombrillas para hostelería Symo:

Elija una base anclada al suelo o fijado en él para que la sombrilla quede fija. O apueste por una sombrilla con una base pesada y estable. Una sombrilla resistente a los golpes de viento le ahorrará muchos disgustos.

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