Sombrillas resistentes, blog fuerte 
Haga clic en el tema que le interese
Consejos para manipular bombonas de gas con seguridad

Que las bombonas de gas son peligrosas es algo que ya sabemos de sobra desde hace tiempo. Por desgracia, a veces provocan accidentes graves o incluso mortales, como se demostró de nuevo la pasada primavera, cuando una bombona de gas explotó con fuerza en Deerlijk (Bélgica), causando la muerte de una persona y una herida de gravedad. Aunque conlleve riesgos, las bombonas de gas son indispensables en el sector de la hostelería. Precisamente por eso, nos gustaría compartir algunos consejos contigo. Nuestro objetivo es limitar al máximo los riesgos.
Empecemos por las buenas noticias. ¡Las bombonas de gas no explotan así porque así! Una explosión suele estar provocada por una fuga de gas o por una temperatura extremadamente alta.
El calor extremo puede llegar a provocar explosiones como, por ejemplo, el producido por la alta temperatura del fuego, aunque sí es cierto que se trata de una situación excepcional.
Menos excepcionales, por desgracia, son las fugas de gas, las cuales también generan riesgos de explosión. Cualquier chispa, electricidad estática o la simple apertura de la habitación pueden provocar la ignición de una llama de gas.
Comprar y almacenar con cuidado
Al comprar una bombona de gas, comprueba que la válvula esté precintada. El precinto garantiza que la bombona se ha llenado de forma correcta.
Si almacenas una gran cantidad de bombonas de gas, debes de seguir una serie de pautas legales.
- Las bombonas de gas nunca pueden almacenarse en un sótano, en las inmediaciones de una ventana del sótano o cerca de un desagüe. Esto se aplica tanto a las bombonas de gas vacías como a las llenas.
- Las bombonas de gas nunca deben colocarse cerca de una fuente de calor.
- Tanto las bombonas llenas como las vacías deben almacenarse siempre en posición vertical. Asimismo, deben colocarse de manera firme y en un lugar con buena ventilación.
- Las válvulas de las bombonas de gas que no estén en uso deberán permanecer siempre cerradas, tanto las bombonas llenas como las vacías.
- Una bombona de gas debe estar equipada con un regulador que se ajuste al acoplamiento. Además, este debe colocarse lo más cerca posible de la bombona de gas.
Si la bombona de gas tiene una conexión flexible, entonces deberá cumplir una serie de normas. Consulta la normativa en su país.
Ten cuidado al conectar o comprobar fugas
Conectar el gas parece un juego de niños. No obstante, hay ciertos aspectos a los que debes prestar máxima atención. Lo primero de todo es que la bombona de gas no debe estar nunca en las inmediaciones de una fuente de calor. Por otro lado, debes abrir la válvula con la mano y, por tanto, no emplear ninguna herramienta al hacerlo.
Para comprobar si hay fugas, lo mejor es hacerlo con agua jabonosa o algún producto que haga espuma. En caso de encontrarse una fuga, deberás cerrar la bombona de gas de inmediato.
Como es lógico, se prohíbe fumar, tanto durante la conexión como durante la comprobación de fugas.
Tres reglas básicas para reducir el riesgo de explosión
Para minimizar al máximo el riesgo de explosión, nos gustaría acabar con tres reglas básicas adicionales.
La regla número 1 es la más importante. No almacenes las bombonas de gas en un lugar cerrado, y menos en un lugar subterráneo, como un sótano o una bodega. Después de todo, el gas envasado suele ser siempre butano o propano, dos sustancias más pesadas que el aire, lo que hace que caigan por su propio peso. Cuando este se acumula, se corre peligro de explosión. Si el gas explota en un espacio interior, los daños serán mucho mayores que en uno exterior.
Si la válvula de gas no está bien cerrada, el gas puede escaparse. Si esto ocurre al aire libre, el peligro será mucho menor. Por ello, lo mejor es almacenarlas fuera, donde conviene protegerlas contra el sol y la lluvia. La humedad y el sol no suelen provocar la ignición, pero sí pueden afectar a la bombona o a la manguera, así que lo mejor es colocar las bombonas en un rincón a la sombra o cubrirlas con un cubo grande u otra tapa.
La regla número 2 está relacionada con la vida útil del material. El gas puede escaparse a través de una pequeña fisura en la manguera. ¿Trabajas con una manguera de gas? Entonces debes saber que solo suelen tener cuatro años de vida útil. Si tienes una manguera de gas naranja, la fecha de fabricación aparecerá en la misma manguera. Deberás sustituirla, a más tardar, al cumplirse cinco años después de la fecha de fabricación. Esto se debe a que dicha manguera es porosa. Por tanto, verifica bien la vida útil de tu equipo y sustitúyelo a tiempo.
La regla número 3 no es de carácter preventivo, sino que se trata de una norma esencial para cuando hay sospechas de una fuga de gas. El gas es inodoro por naturaleza, sin embargo, las compañías de gas añaden un olor para así detectar cualquier fuga. El olor es muy reconocible por lo desagradable que es, pues huele prácticamente a huevos podridos. Si percibes este olor a huevos podridos, sal inmediatamente de la habitación y llama al número de emergencias. No investigues por tu cuenta, ni antes ni después de la llamada. Solo expertos como los bomberos podrán solucionarlo.
¡Mantente a salvo!
Conclusión: el gas es y seguirá siendo peligroso, pero con las precauciones necesarias y estas tres reglas básicas, podrás evitar muchos riesgos. Así que, ¡ten cuidado y mantén la seguridad ante todo!
La normativa belga vigente en materia de seguridad la podrás encontrar en la web de la Federación Butano Propano: https://www.febupro.be/nl/veiligheid-reglementering-flessen/. Las normas de seguridad pueden variar de un país a otro, así que asegúrate de comprobar las de tu país.